Por observación se conoce que el cielo es azul pero responderse a el por qué de ello empezaríamos a titubear, pero este hecho se explica por la misma razón que vemos charcos de agua en el asfalto en un día caluroso denominado refracción.
La refracción ocurre cuando la luz incide de forma oblicua; y se define como el cambio de dirección de la propagación de la luz cuando pasa de un lugar a otro debido al cambio de velocidad de la luz. Sencillamente, este fenómeno lo podemos experimentar con un vaso de agua y un lápiz de color como se muestra en la figura abajo.
En el caso del color azul del cielo ocurre por la refracción de la luz , es decir, debido a que el ser humano es sensible a luz visible y ésta a su vez la compone el violeta, azul, verde, amarillo, naranja y rojo cada uno de estás longitudes de onda se refracta, pero debido que las longitudes del violeta y el azul son las más cortas, con facilidad pierden la velocidad y son dispersadas.
Este mismo fenómeno de refracción ocurre al observar el efecto del espejismo o charcos de agua en el asfalto en días calurosos acompañado de la reflexión. En este caso, la luz se refracta por causa de la diferencias de temperatura del aire. Sobre la superficie del asfalto la temperatura del aire es mayor que la de encima, y mientras mayor sea la altura la temperatura del aire será más baja, formando así como unas capas por donde pasaría la luz por la que en cada una de estas ocurre un cambio en la velocidad de la luz.
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